martes, 15 de mayo de 2007

ensayo final

BIBIANA MARIA SERNA SALZAR.


El Arte a la Luz del Semáforo

En los semáforos de cualquier ciudad de Colombia es normal ver a niños y jóvenes de todas las edades ganarse la vida demostrando su talento a un público apático que no valora su esmerado trabajo. En mi ciudad (Cali) particularmente, es común encontrar en cada semáforo una cantidad de jóvenes esperando el cambio del semáforo para demostrar su aptitudes artísticas a unos espectadores que solo responden con caras largas o muestras de desagrado. El semáforo cambia de color, los telones se abren y el joven sale a un escenario de asfalto iluminado por los rayos del sol y donde al azar escoge a los que esta vez serán sus espectadores, Cuando terminan, se deslizan por las ventanillas de los carros, en las que reciben indiferencia, malas caras y con suerte uno que otro centavito. Pero cambia el semáforo de nuevo, y a un lado de el, están estos talentosos personas, esperando en la próxima función, les valla mejor aunque no recojan demasiado dinero, si desearían recojan sonrisas, felicidad, un bravo seguido de un gran aplauso, un aliciente que motive aun mas su trabajo. Para ellos su trabajo no es deshora, es mas se ven en un futuro como profesionales en sus técnicas, Tal vez no aspiren a estar siempre en las calles, pero si a siempre ejercer la profesión que eligieron y con la cual quieren mejorar su calidad de vida y ser felices.

No obstante, quizás mi percibir de la felicidad nunca estuvo tan relacionado con lo que para un artista callejero significa ser feliz a través de su arte. Tal vez el haber vivido siempre en un ambiente de comodidades y sin mayores preocupaciones ha controlado ese ser que es mas humano, que se emociona y vive con pasión todo lo que hace, como estos artistas. Realmente es de admirar su gran sentido de pertenencia que hoy me hace repensar una idea creo falsa acerca de estos jóvenes y su trabajo. Cada vez que veía a los malabaristas lanzar esferas al aire para con ellas construir círculos y triángulos imaginarios, mimos o espejos humanos que con su improvisación imitan el caminar de nalgas empinadas de las señora y el elegante de las adolescentes, y en general el lenguaje corporal, surgía en mi una pregunta: ¿Cuáles son las causas por las que personas deciden auto emplearse como payasos, malabaristas y mimos? Sin entender que desde mi mundo, las cosas se ven diferentes, pensaba que el hecho de que se dedicaran a estos trabajos en la calle, solo era porque no habían tenido más oportunidades, y tenían que auto emplearse en esto como única opción para salir adelante. Por lo que me dedique a encontrar algunas de las causas por las que estas hoy son artistas callejeros.

El desempleo; y con el la falta de oportunidades y la marginalidad. Un pasado marcado por la violencia; condiciones difíciles de vida y delincuencia. El sueño de un futuro mejor mas digno, pero haciendo arte el arte que les apasiona, son tres importantes causas por las que hoy malabaristas, payasos, mimos… deciden trabajar en los semáforos.

El hecho de que el desempleo juvenil halla registrado aumentos en la última década y que actualmente sus niveles sigan subiendo, pone a los jóvenes en una situación de vulnerabilidad, mas a un si estos jóvenes pertenecen a estratos bajos. Es por esto o que son los jóvenes quienes mas padecen de la falta de oportunidades para salir adelante. Así pues el hecho de que este se halla agravado hace que aquellos jóvenes que no encuentran más opciones para salir adelante se dediquen a otras actividades que por lo general son generadoras de violencia y de esta forma crean un ambiente de violencia en el cual crecen muchos jóvenes.

Cuando miramos en el pasado de los artistas, sin generalizar podemos encontrar que muchos de ellos, son personas humildes, que frente a las pocas oportunidades de trabajo u otras formas de salir adelante, crecen en la pobreza, cerca de la delincuencia y la violencia. Personas que tal vez en algún momento de sus vidas pudieron ser delincuentes o ladrones, personas que desde pequeños vivieron de cerca la violencia, siendo tal vez victimas o hasta victimarios de la misma. A pesar de esto, hoy se han retirado de todo ese ambiente de intolerancia y agresividad para incorporarse en uno más sano, lleno de amor y paz para ofrecer.

Sin embargo la vida se a encargado de ponerles todas las trabas para salir adelante, ellos hoy han encontrado en la expresión de sus talentos la forma perfecta de salir adelante, haciendo lo que mas les gusta y sin hacerle daño a nadie. Han construido su proyecto de vida en torno a su trabajo, hoy sueñan con un futuro mejor para ellos y sus familias, un futuro en el que tendrán una mejor calidad de vida, y donde realmente serán felices, haciendo aquello que más les apasiona.

Así, podemos decir, que aunque los artistas de la calle realmente han vivido en condiciones difíciles, el hecho de que hoy se dediquen a hacer arte, principalmente no ha dependido de esta causa sino más bien del hecho de que este arte especialista en la alegría, ha llenado sus expectativas de vida. Su trabajo lo hacen porque les gusta, se divierten y no porque sea una obligación para poder vivir.


Hablar de un cambio, de personas sumergidos en la violencia a personas amantes del arte es hablar de la Fundación Circo para Todos, y del proyecto social que tiene con los jóvenes y niños de Cali.
En brasil en los años 80 dos artistas: Héctor Fabio Cobo (Colombiano) y Felicty Simpson (inglesa), empiezan a dictar talleres de aprendizaje a los niños de la calle. Con esta experiencia, ambos sintieron que era la oportunidad perfecta de una educación desde el circo, así que idearon un proyecto adaptado a las necesidades de los beneficiarios, niños y niñas degradados, arrastrados por la violencia, la falta de educación y oportunidades de estudio y trabajo.

Tras realizar los trámites necesarios, la Fundación Circo para Todos, comenzó beneficiando a niños provenientes de las comunidades e instituciones de Protección al Menor, Casa Marcelino, Barrio Obrero, Distrito de Agua Blanca, Casa Mariano Ramos, Hogar de la Luz, ofreciéndoles un espacio de pertenencia y de reconocimiento social.
Hoy, la función social de esta Fundación es muy importante. Por medio de la música y el arte pretenden cambiar, transformar el mundo, y la realidad del joven caleño que se encuentra más cercano a la violencia. La Fundación ofrece una alternativa de vida que previene de los males de los que se aqueja la sociedad: de la delincuencia y la marginalidad.
Son muchos los jóvenes que a diario se benefician de las actividades que lleva a cabo la Fundación. Sin embargo cada uno tiene una historia de vida por contar. Malabaristas, payasos y acróbatas bajo una carpa llena del encanto y la magia del circo, divierten a un público demostrando el talento y las técnicas que han aprendido en la Fundación. Todos ellos, demuestran que gracias a la fundación que les ofreció nuevas oportunidades, pueden cambiar el rumbo de sus vidas y prepararse para vivir un futuro mejor. Así lo han dicho Diana Ortiz, Gustavo Gomes y Henry Caicedo en algunas de las entrevistas que se les ha hecho, por ejemplo Diana de 19 años, quien ingreso a la escuela en 1997 y se graduó en el año 2001, trabaja en el circo Italia gracias a la formación que obtuvo en la escuela, donde se especializo en Tela (aéreos). Indica:
“Lo primero que pensé cuando comencé con esta historia, fue que bueno lo vamos a pasar rico, pero luego me di cuento que era algo más grande, que era como el comienzo de mi vida lo que me iba a sacar adelante, ahora el circo es mi vida, todo tiene que ser circo, circo y circo. En el circo aprendes a cuidar tu material de trabajo, amar a tus compañeros, trabajar duro, tener una buena disciplina en tu número, a pasarla bien”.
“Yo creo que la filosofía de la escuela es como crear para los niños y jóvenes de los barrios de las instituciones, unos espacios de convivencia en los cuales ellos puedan como canalizar sus energías, alejarlos de la violencia.”
Dice Gustavo Gómez quien tiene 24 años, tras haber sido uno de los jóvenes en proceso de formación, hoy se ha convertido en el coordinador de los talleres comunitarios con los niños de las instituciones, casas de protección al menor, barrios, comunidades
“Pensé que nunca iba a salir adelante, pensaba qué será de mi vida, tal vez volver a la calle, un niño más sin hacer nada, alguna vez me imaginé que iba a ser un loco o un atracador, por eso puedo decir ahora que soy un hombre nuevo, con ganas de triunfar” dice José Henry Caicedo, quien hoy tiene 19 años y se siente un hombre diferente gracias a la ayuda que la fundación le brindo.

Todos estos personajes, en sus aportes, siempre expresan el gran amor que sienten hacia la fundación por ser el actor del cambio de sus vidas. Piensan que la experiencia es muy enriquecedora por que le ha dado nuevas oportunidades y herramientas para transformar el entorno de violencia en el que les tocó nacer. Pero hoy estos jóvenes son agentes de cambio que ayudan a construir una mejor sociedad en un ambiente más positivo y sano para vivir.

Las técnicas que la fundación usa para lograr esos objetivos son fundamentales en el proceso de formación artística y personal del estudiante. La investigación de temáticas ciudadanas y posterior representación de formas de vida, cultura, entorno y raíces a través de la vida cotidiana y construcción de personajes “ficticios” son elementos que seguramente hicieron parte de su vida, elementos que conforman su propia realidad. De esta forma, esta propuesta artística hace un transformación positiva en la vida del estudiante que, a través de esta formación, logra reconocer que aquel mundo en el que antes se desarrollaba, pobreza, robo, maltrato, etc. No le ofrecería nada bueno para su futuro.

Este proyecto además de hacer un aporte social a la comunidad, hace un aporte económico; porque el circo es un generador de empleos. Todas las personas que han participado de este proyecto, pasaron de no tener oportunidades de trabajo, ni siquiera preparación para los mismos, a estar completamente preparados, para participar de ese mundo laboral al que tal vez no pertenecían por no tener educación. La popularidad del circo, dentro y fuera de Colombia hace que ellos puedan emplearse tanto fuera como dentro del país. Son muchos los estudiantes del circo que tuvieron la oportunidad de viajar al exterior a trabaja en el circo, muchos se quedaron allí, pero sin olvidar el circo donde aprendieron todas la destrezas por medio de las cuales hoy viven, se sostienen. Es por esto que ninguno de los que crecieron en el circo se aleja totalmente de la escuela, ellos le tienen tanto amor, que incluso después de terminar su formación en las artes circenses, después de tener un trabajo, ellos continúan ayudando a las escuela con un porcentaje de lo que ganan.

A pesar de los éxitos alcanzados por estos artistas en el circo, hay algo que realmente es lamentable. La carrera del circo no tiene reconocimiento oficial. “la gente asocia el arte cúrsense solo con ser un payaso” el estado no le reconoce como una carrera técnica. Lo que impide que ellos puedan tener beneficios sociales, al igual que el seguro de riesgos profesionales.


En conclusión podemos decir que el circo ha sido la forma perfecta de entrar en el mundo de los jóvenes, en sus problemas para así ayudar a solucionarlos mediante expresiones de paz y amor que incitan a una convivencia en paz y sana, que por ende llevan a que en la sociedad se de un desarrollo mas positivo en ámbitos sociales y económicos.


BIBLIOGRAFIA

En el trapecio de los sueños. Ricardo Moncada Esquivel. La Gaceta. Cali, marzo 11 de 2007.
http://www.presidencia.gov.co/Ingles/mundo/italia/2006/marzo/06.htm
http://www.bienestarbogota.gov.co/unicef/visaje/default.asp?idnoticia=171&idboletin=15.
http://innovemos.unesco.cl/medios/saman.doc

No hay comentarios: